De acuerdo con reportes del corresponsal de la agencia oficial SANA, unidades militares israelíes, apoyadas por dos vehículos tipo Hummer, instalaron un puesto de control en la carretera que conecta la ciudad de Salam con Samdaniya, antes de avanzar hacia esta última.
Simultáneamente, otros ocho vehículos blindados se movilizaron hacia la periferia norte de la localidad de Rafid, antes de replegarse a su base en Tal Ahmar.
En paralelo a estas acciones, efectivos de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Siria (FPNUL) efectuaron detonaciones controladas de minas y artefactos explosivos remanentes en las inmediaciones de la escuela secundaria agrícola, ubicada en la vía que une las localidades de Ain al-Nuriya y Ain Aisha, reflejo de la persistente amenaza que representan los explosivos abandonados tras años de conflicto.
Fuentes locales reportaron un aumento de las actividades militares israelíes en la región durante los últimos días, incluyendo registros domiciliarios, patrullajes y operaciones terrestres, sin que hasta el momento se hayan aclarado las razones oficiales de dicha escalada.
El Gobierno sirio condenó enérgicamente esta nueva agresión de Tel Aviv, que se suma a una serie de actos hostiles sistemáticos contra su soberanía, e instó a la comunidad internacional a adoptar una postura firme y coherente que exija a Israel el cese inmediato de estas provocaciones y el cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Por su parte, el ministro de Información de Siria, Hamza Al-Mustafa, declaró recientemente al canal Al-Arabiya que los contactos entre Damasco y Tel Aviv se limitan exclusivamente al ámbito técnico y de seguridad, y no constituyen un indicio de normalización de relaciones.
Al-Mustafa explicó que el diálogo vigente se enfoca en la implementación del Acuerdo de Separación de Fuerzas de 1974, especialmente en lo relativo a la retirada israelí de las zonas afectadas por incursiones militares.
Añadió que, desde el 8 de diciembre de 2024, Israel ha perpetrado más de mil ataques aéreos y alrededor de 400 incursiones terrestres en territorio sirio, lo que ha obligado a Siria a aceptar un canal de comunicación de carácter técnico, sin implicaciones diplomáticas ni políticas.
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