A los 59 años, el actor dejó “atónitos” a sus fans y a críticos al encarnar a Brando en un filme que revive la esencia del legendario intérprete.

Zane, conocido mundialmente por su actuación en “Titanic” con el personaje de Caldon Hockley, “el malo de la película”, se convirtió estos días en el centro de todas las miradas tras su impactante transformación física para la cinta de 2024.

Las fotografías de Zane caracterizado como el mítico Brando generaron comentarios muy positivos, escribió Diario AS; van desde la incredulidad hasta la admiración profunda y destacan las similitudes con dos de los personajes más icónicos de Brando: Vito Corleone (El Padrino) y Paul (El último tango en París).

El trabajo del equipo de maquillaje fue fundamental en este resultado y Zane logró reproducir gestos, rasgos y matices del rostro del emblemático actor.

Al transformarse en Brando, Zane, no solo reproduce su imagen, sino que evoca una presencia y una energía las cuales remiten directamente a las grandes actuaciones del pasado siglo.

De acuerdo con ese sitio, todos merecen premios de la Academia de Hollywood con este filme.

El maquillaje es perfecto, afirmó un espectador, mientras que otros destacaron la dificultad de distinguir entre el verdadero Brando y el Zane caracterizado. ont

Tal asombro se mezcla con la nostalgia al ver renacido, a través de otra figura, el estilo inconfundible de Brando.

Zane pasó la mayor parte de su carrera con interpretaciones de secundarios memorables en la industria de Hollywood, y aunque la audiencia lo asoció durante mucho tiempo con el antagonista del transatlántico RMS Titanic, en los últimos años buscó proyectos con mayor profundidad y protagonismo.

El salto cualitativo de “Waltzing with Brando” representa para mí una “oportunidad de brillar”, señaló el actor; es un giro en su carrera que lo pone en el centro de un desafío actoral y personal.

La historia detrás de esta película es tan intrigante como el propio personaje al que Zane encarna, destacó el sitio digital Diario AS y la oportunidad de interpretar a Brando surgió por lo que Zane define como una “casualidad” o incluso “cosa del destino”.

En este largometraje, la figura de Brando cobra vida en un momento esencial de su biografía: tras rodar “Motín a bordo” el actor decide comprar una isla inhóspita en Tahití y el guion sigue al Brando de aquellos años, embebido en la necesidad de escapar de las tensiones y el bullicio de Hollywood.

Con respecto a Zane, se trata de una nueva página en su trayectoria: la de un actor que logra finalmente reconciliar su historia profesional con un reconocimiento merecido, y al tiempo permite a una nueva generación de espectadores redescubrir a Brando a través de su imagen y su talento en pantalla.

El cine, con “Waltzing with Brando”, logra reactivar la memoria colectiva y emocionar a un público deseoso de homenajes genuinos a las leyendas del séptimo arte.

arc/dpm