«El número de ataques simplemente está creciendo, tanto contra la ciudad de Energodar como contra la infraestructura energética, y los ataques están cada vez más cerca de las instalaciones de energía nuclear, dijo Lijachov.

El directivo manifestó además que estas acciones es algo que preocupa al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y el propio jefe de esa entidad, Rafael Grossi, calificó el corte del suministro eléctrico externo de diez días en la central como una situación grave para la seguridad nuclear.

El pasado 23 de septiembre la central nuclear de Zaporozhie quedó sin suministro eléctrico externo por décima vez desde febrero de 2022 como resultado de un ataque de las fuerzas ucranianas.

Actualmente, la energía necesaria para el funcionamiento de los sistemas internos de seguridad de la planta se obtiene mediante generadores diésel de reserva.

Todos ellos se activaron de manera rutinaria y operan con normalidad, aunque la reparación de la línea dañada sigue siendo imposible debido a los bombardeos ucranianos que, según las autoridades locales, se producen de forma constante.

Por su parte, el presidente de Ucrania, Vladimir Zelenski, declaró el 30 de septiembre en su canal de Telegram que en la planta existe una situación crítica y de emergencia, y acusó a Rusia de impedir la reparación de la línea de transmisión eléctrica.

La central nuclear de Zaporozhie, la más grande de Europa, se encuentra cerca de la ciudad de Energodar, y cuenta con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000 con seis mil megavatios de potencia total.

En octubre de 2022, tras la incorporación de la provincia de Zaporozhie a Rusia, la central pasó a ser propiedad de este país.

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