El motivo de quiebre fue la reciente elección de Sanae Takaichi como nueva líder del PLD, una dirigente política unltraconservadora, cuyos intereses distan de los del partido budista, de un perfil más moderado.

Japón celebró la víspera el Día del Deporte y, de acuerdo al calendario de un día festivo, la Bolsa de Tokio no abrió la semana hasta este martes, cuando el Nikkei -que agrupa a los 225 títulos más representativos del mercado- marcó un descenso del 1,58 por ciento, a causa del desmoronamiento de la coalición gobernante.

Tras 26 años de sociedad, la ruptura del vínculo podría significar la pérdida del poder para el PLD, que ha regido en esta nación asiática casi sin interrupción desde 1945.

Aunque por tradición aquí, el jefe del principal partido ejerce también el cargo de primer ministro, este año el PLD -en alianza con Komeito- perdió la mayoría tanto en la Cámara Baja como en la Alta del Parlamento, por lo que solo cuenta con mucho menos apoyo.

Takaichi aspira a convertirse a fines de este mes en la primera mujer primera ministra de Japón, pero sus probabilidades acaban de caer, mientras analistas políticos aseguran que la oposición se prepara para respaldar a Yuichiro Tamaki, líder del Partido Democrático Popular (PDP).

La elección del nuevo primer ministro de Japón está en manos del Parlamento, cuando realice la correspondiente votación, en fecha aún por determinar.

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