La referida estructura armada, que agrupa a los Comandos de la Frontera y a una escisión de la Segunda Marquetalia, mantiene desde noviembre del pasado año conversaciones de paz con el gobierno.

Recientemente se conoció que ambas partes fijaron las responsabilidades en el procedimiento de alistamiento, recepción, registro, verificación, custodia y destrucción de material de guerra.

Como parte del mecanismo de negociaciones también se acordó destinar ocho mil millones de pesos (poco más de dos millones de dólares al cambio actual) para la sustitución de mil hectáreas de coca por mil hectáreas de cacao en los municipios de Tumaco y Roberto Payán, en Nariño, en el suroeste.

Ya en junio pasado la CNEB manifestó que entregaría ocho toneladas de explosivos para destruir como manifestación de su compromiso de alcanzar un pacto con el gobierno.

A mediados de este año, según divulgó el jefe negociador de la delegación gubernamental, Armando Noboa, los acuerdos alcanzados entre las partes se concentraban en tres puntos fundamentales.

El primero de ellos es la transformación territorial con la sustitución de 15 mil hectáreas de cultivos ilícitos tanto en Nariño como en Putumayo.

Se prevé además la erradicación de minas antipersonales en ambos departamentos, y la creación de una zona de capacitación integral y ubicación temporal adonde irán inicialmente 120 miembros de la agrupación.

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