La instalación, construida de conjunto con las autoridades italianas, cuenta con una superficie aproximada de mil 300 metros cuadrados y tiene entre sus objetivos servir como una plataforma educativa dinámica, que aúne el patrimonio y las tradiciones agrícolas, la ciencia y la innovación, destaca un comunicado

El acto de inauguración de esta instalación, efectuado también en el marco de la celebración este jueves del Día Mundial de la Alimentación, inició a las 09:30 hora local con la participaron del director general de la FAO, Qu Dongyu y el presidente de Italia, Sergio Mattarella.

El FAO MuNe, ubicado en la sede de esa organización internacional, en el centro de Roma, cuenta con 12 salones en los que se exhibe una amplia colección de obras artísticas donadas por países miembros, orientadas a los temas de alimentación, agricultura y sostenibilidad.

En su discurso ianugural, el director general de la FAO expresó que este museo, el cual abre sus puertas en un día histórico, cuando se conmemora el aniversario de esa institución, es un espacio para “reflexionar sobre ocho décadas de trabajo y crecimiento”.

“Es una nueva forma de compartir el mandato de la FAO con el mundo a través del conocimiento, la cultura y la innovación, conectando e inspirando a un público, a visitantes de todo el mundo”, con el fin de “mirar hacia adelante con renovada determinación para construir un futuro sostenible y con seguridad alimentaria para todos”, añadió.

Por su parte, el jefe de Estado italiano significó que “el conocimiento sigue siendo el principal motor para estimular un mayor compromiso, dirigiendo las energías, especialmente de las generaciones más jóvenes, para afrontar los desafíos y hacer posible la construcción de un futuro más equitativo”.

“La inspiradora idea del Museo y Red de la Alimentación encaja perfectamente en esta lógica, sensibilizando para comprender mejor los desafíos que enfrentamos”, enfatizó el presidente.

Este museo repasa la historia de la FAO y “transmite un importante mensaje sobre un compromiso cuyo valor estratégico se ha consolidado gradualmente”, aunque en gran medida los objetivos de lograr la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de los ecosistemas siguen sin alcanzarse, así como “la aspiración de un mundo sin hambre”.

El mandatario consideró paradójico que “mientras el conocimiento, los recursos y el potencial tecnológico crecen, incluso con importantes aplicaciones en el sector agrícola, asistamos a nuevos escenarios de hambruna y desigualdades inaceptables”

Mattarella lamentó además en su intervención el “declive del sistema multilateral, único paradigma capaz de ofrecer respuestas reales a estas necesidades”.

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