Al intervenir en la cita, el viceministro sudafricano de Relaciones Internacionales y Cooperación, Alvin Botes, afirmó que el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) mantiene plena vigencia ante un mundo marcado por tensiones geopolíticas, intolerancia y conflictos.

En la ocasión, subrayó que la guerra en Ucrania, la ocupación de Palestina por Israel, el genocidio en Gaza y otros focos bélicos generan crisis humanitarias y de salud, además de alimentar la inestabilidad global.

El viceministro sudafricano instó además al MNOAL a mantenerse firme en desafíos históricos y actuales, como la autodeterminación de los pueblos de Palestina y el Sáhara Occidental, el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos impone a Cuba y de las sanciones unilaterales de Washington contra Irán, Venezuela y Zimbabwe.

Botes celebró el plan de paz acordado entre Hamas e Israel, y agradeció a Egipto y Catar -miembros del MNOAL- su papel mediador. Confió en que el acuerdo permita terminar los ataques contra Gaza, lograr una paz duradera y poner fin a la ocupación.

“El pueblo palestino debe poder ejercer su plena autodeterminación, existir en paz y decidir su destino libremente”, enfatizó.

A su momento, el funcionario de alto rango defendió la necesidad de una política exterior independiente, basada en los principios fundacionales de Bandung, y llamó a la solidaridad entre los miembros del MNOAL para superar diferencias y abordar los desafíos comunes.

“Solo cooperando podremos avanzar en los intereses de nuestros pueblos”, aseveró el diplomático, al tiempo que abogó por forjar alianzas externas basadas en el respeto mutuo, sin permitir que estas diluyan las posiciones principios del Movimiento.

Ante la interconexión global actual, Botes recalcó la urgencia de contar con un sistema de reglas acordado internacionalmente, que se aplique por igual a todos y permita el desarrollo de los más pobres.

Recordó asimismo que Sudáfrica ha colocado la solidaridad, la igualdad y la sostenibilidad en el centro de su Presidencia pro tempore del G20, con el fin de profundizar la cooperación internacional y robustecer las alianzas.

En ese sentido, consideró impostergable la reforma de las instituciones de gobernanza global, incluida la ONU, para dotar de mayor credibilidad al sistema multilateral y que responda a las necesidades de todas las naciones.

La agenda debe incluir también, dijo, el derecho inalienable al acceso a la tecnología nuclear con fines pacíficos, la lucha contra el unilateralismo, la defensa de la Carta de la ONU y la erradicación de la pobreza.

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