El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) ratificó anoche su disposición de entregar todos los cuerpos, pero insistió en las dificultades por la cantidad de escombros en el territorio como consecuencia de dos años de agresión israelí, ante lo que pidió tiempo.

La repatriación de los cuerpos de los prisioneros podía tardar porque algunos fueron enterrados en túneles destruidos por la ocupación y otros permanecen bajo edificios demolidos, señaló el grupo en un comunicado.

Hamas afirmó que entregó de forma inmediata los nueve cadáveres de israelíes a los que pudo acceder.

Sin embargo, el gobierno israelí acusa al movimiento de conocer el paradero de de 10 a 15 más, ante lo cual comenzó a aplicar medidas punitivas, incluida la reducción de la entrada de ayuda a Gaza y la prohibición al ingreso de maquinaria para colaborar en su reconstrucción.

Aunque ambas partes acordaron un mecanismo para buscar los restos de los cuerpos cuyo paradero se desconoce, a través de los mediadores, ese esquema aún no comenzó a operar.

El lunes último, como parte de un acuerdo alcanzado la pasada semana, Hamas liberó a 20 israelíes vivos y se comprometió a devolver los cuerpos de 28 más, aunque siempre aclaró sobre las dificultades.

A cambio Israel excarceló a mil 968 prisioneros palestinos, 250 de ellos con largas condenas, y acordó exhumar a 15 cadáveres por cada víctima mortal israelí entregada.

Pero el miércoles el ministro israelí de Defensa, Yisrael Katz, amenazó con reanudar los combates “si Hamas se niega a cumplir el acuerdo”.

En similar sentido se pronunció Netanyahu, quien ayer advirtió que “la lucha no ha terminado”, una afirmación contraria a las declaraciones de su aliado, el presidente estadounidense, Donald Trump.

Si Hamas no se desarma “se desatará el caos”, aseguró el político derechista al adelantar la postura de su Gobierno.

Otro punto de fricción es la presencia militar israelí en amplias zonas de la Franja, y la negativa de Netanyahu a retirarse al aducir la necesidad de contar con un perímetro de seguridad.

Al respecto, Katz ordenó a sus fuerzas colocar señales a lo largo de la llamada línea amarilla, que marca la separación de las zonas controladas por las tropas israelíes.

Cualquier intento de cruzarla la línea amarilla será respondido con disparos, advirtió.

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