Esa cifra millonaria fue aprobada tras un encuentro este viernes de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, con el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), a fin de coordinar acciones inmediatas para afrontar los estragos provocados por las precipitaciones.
Castro se reunió con el alto mando de las Fuerzas Armadas, la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco), la Policía Nacional, la Secretaría de Educación, la Alcaldía de Tegucigalpa, entre otras instituciones que conforman la Sinager.
Según trascendió, el monto destinado para afrontar el fuerte temporal, que comenzó a finales de septiembre, será reglamentado y definido por la Secretaría de Finanzas a través de un decreto ejecutivo.
Además, se instruyó a esa última cartera ministerial identificar los fondos nacionales e internacionales necesarios para atender la emergencia.
En el caso del Distrito Central -municipio integrado por Tegucigalpa y su ciudad gemela Comayagüela- la administración central solicitó que presente una evaluación detallada de daños junto con la Copeco.
El informe sobre los daños en esta capital, la comarca más golpeada por las lluvias, deberá reflejar las incidencias, desglosadas por barrios o caseríos y por tipo de actividad, ya sea de salvamento, prevención, reconstrucción o ayuda humanitaria.
Además, deberá incluir la asignación del gasto por proyecto y actividad para asegurar la transparencia y eficiencia en el uso de los recursos disponibles.
La mandataria llamó a la Copeco a mantener información constante sobre la situación climatológica en esta nación centroamericana, garantizar asistencia oportuna a las familias afectadas y emprender acciones urgentes para preservar la paz y la seguridad ciudadana.
Castro expresó su solidaridad con las personas damnificadas y ratificó el compromiso del gobierno para atender de inmediato las necesidades más urgentes de la población afectada por las tormentas en el Distrito Central y otras regiones del país.
Por su ubicación geográfica, Honduras está considerada entre las naciones más vulnerables del mundo a fenómenos meteorológicos extremos, intensificados por el cambio climático.
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