Bajo el título de Unidos contra el Bloqueo, unidos por la dignidad, la diplomática expuso en el Auditorio de la paceña Universidad Bolivariana los perjuicios que causa al pueblo cubano esa política sostenida por Washington contra la isla desde hace más de seis décadas, en presencia del rector de la institución, Pedro Quiroz.
Como preámbulo, la embajadora leyó el memorándum secreto escrito el 6 de abril de 1960 por el vicesecretario de Estado Asistente para los Asuntos Interamericanos, Lester D. Mallory, en el cual retrató la filosofía del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto meses después de manera unilateral contra Cuba y su pueblo.
“La mayoría de los cubanos apoyan a (Fidel) Castro…, el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales (…)”, citó la jefa de la legación diplomática de Cuba en Bolivia.
El escrito sugería “(…) emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba (…)”.
Finalmente, Mallory recomendaba “(…) una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.
Durante la conferencia organizada por la Coordinadora Nacional Urbana Evo Pueblo, la diplomática explicó que esta política de represalias perdura desde hace más de seis décadas y hoy se manifiesta de diversas formas que incluyen el obstáculo al transporte marítimo hacia la isla, refrendado en la denominada Ley Torricelli.
Igualmente, otras formas de hostigamiento contra la población cubana son la persecución a la entrada de combustibles, disposiciones para atacar el turismo hacia el archipiélago cubano y la denominada Ley Helms-Burton.
Describió la embajadora que esta normativa codifica el bloqueo y arrebata al presidente de Estados Unidos la facultad de levantar este conjunto de represalias de un plumazo, lo cual solo lo puede hacer el Congreso norteamericano.
A continuación, Pérez aportó cifras que reflejan el daño que causan a distintas esferas de la sociedad cubana minutos, horas, días, semanas, meses y años de aplicación de la política de bloqueo, y precisó que solo entre marzo de 2024 y febrero de 2025 ese indicador se estimó en siete mil 556 millones de dólares.
“Para eso Cuba ha tenido un remedio muy importante que es la unidad, y lo que nosotros denominamos resistencia creativa”, concluyó Pérez al anunciar que próximamente en la Asamblea General de Naciones Unidas Cuba volverá a presentar el proyecto de resolución sobre la necesidad de eliminar el bloqueo, apoyada desde hace décadas por la inmensa mayoría de los Estados Miembros.
De su lado, la Coordinadora Nacional Urbana Evo Pueblo deploró el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos en un comunicado entregado a Prensa Latina.
“Rechazamos enérgicamente cualquier forma de coerción económica, comercial y financiera que busque asfixiar a un país soberano por el simple hecho de ejercer su derecho a decidir su sistema político, económico y social”, agrega el escrito.
A pocos días de la próxima votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas acerca de la necesidad de eliminar el bloqueo económico, comercial y financiero de Washington contra la isla del Caribe, en igual sentido se pronunciaron organizaciones juveniles y de izquierda de Bolivia.
Con ese propósito, convocaron al pueblo en general, a las juventudes y las organizaciones sociales, a mantener viva la solidaridad y denunciar el bloqueo como una agresión a todos los pueblos libres del mundo.
Rubricaron este comunicado 10 organizaciones integradas por asociaciones juveniles.
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