Desde primeras horas de este domingo, alrededor de once vehículos militares israelíes, apoyados por cobertura aérea, irrumpieron en las afueras de la ciudad de Saida Al-Hanout y establecieron un nuevo puesto de control, bloqueando la carretera de acceso y sometiendo a inspecciones exhaustivas a peatones y vehículos.
Testimonios recogidos por el canal Syria TV denunciaron que varios civiles fueron detenidos e interrogados por soldados israelíes, quienes preguntaron por la posesión de armas, contactos con grupos armados y opiniones respecto al gobierno sirio.
Algunos residentes relataron que las fuerzas ocupantes ofrecieron ayuda humanitaria, lo cual interpretaron como una maniobra de injerencia y tentativa de establecer contacto directo con la población civil.

Simultáneamente, tropas israelíes continuaron sus actividades en otras áreas rurales de Quneitra, especialmente en la Reserva Natural de Jabata al-Khashab, donde más de 20 hectáreas de terreno boscoso fueron arrasadas con maquinaria pesada en los últimos días.
Organizaciones comunitarias denunciaron estas acciones como un intento sistemático de despojo territorial y desplazamiento forzado.
La tala indiscriminada de la cubierta vegetal y la destrucción del entorno natural son un preludio preocupante para proyectos de control territorial y vaciamiento demográfico, afirmaron los habitantes de la zona, quienes también expresaron su alarma por la creciente militarización israelí en puntos sensibles a lo largo de la franja de separación.
La víspera, las fuerzas israelíes establecieron puestos de control adicionales entre las localidades de Samdaniya Oriental y Khan Arnabeh, así como entre Ofaniya y Jabata al-Khashab, donde civiles fueron objeto de acoso físico e intimidación armada, sin que se registrara ninguna acción de contención por parte de las fuerzas de la ONU desplegadas en la zona.
En otro hecho alarmante, se produjo el lanzamiento de bengalas sobre la zona boscosa de Jabata al-Khashab por parte de las fuerzas ocupantes, provocando un incendio forestal. Las luces, visibles durante varios minutos, fueron interpretadas como señales del incremento de las operaciones de reconocimiento nocturno en áreas fronterizas.
Los movimientos militares israelíes se intensificaron en los últimos días en la región contigua al Golán ocupado, generando preocupación entre los residentes locales por la posibilidad de que estas operaciones deriven en una ocupación prolongada de ciertos puntos estratégicos.
Estas acciones se producen en flagrante violación del Acuerdo de Separación de 1974, del Derecho Internacional Humanitario y de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que exigen el cese de las actividades militares israelíes en suelo sirio y el respeto a su soberanía e integridad territorial.
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