Ante el alto grado de saturación de suelos, daños y persistencia de las precipitaciones, la institución de protección civil decidió ampliar ese nivel de aviso para el Distrito Central, municipio que incluye a Tegucigalpa y Comayagüela, su ciudad gemela.
Según el centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos, el desplazamiento de una onda tropical sobre el territorio hondureño y la convergencia de viento y humedad del mar Caribe y del océano Pacífico ocasionarán lluvias en las regiones del sur, oriente y suroccidente.
La Copeco amplió la alerta amarilla (vigilancia) para los departamentos (regiones) de Intibucá, Lempira y Ocotepeque, en el occidente; Valle y Choluteca, en el sur; y Francisco Morazán y La Paz, situados en la zona central de este país centroamericano.
En amarilla también mantuvo a los municipios cercanos al río Ulúa, el más caudaloso de Honduras, mientras que los departamentos de Copán y San Bárbara (occidente), Comayagua (centro) y El Paraíso (oriente) se encuentran en aviso verde (prevención).
Las autoridades recomiendan a la población estar pendientes a la crecida de ríos, quebradas, además de desalojar en caso de presentarse derrumbes, hundimientos, inundaciones, deslaves u otro tipo de amenaza.
En declaraciones a medios de comunicación, el alcalde de Tegucigalpa, Jorge Aldana, confirmó este lunes que más de mil 400 personas se encuentran en unos 31 albergues habilitados desde la semana pasada para resguardar a decenas de familias que perdieron sus viviendas.
El Gobierno de Honduras asignó el pasado viernes 500 millones de lempiras (19,2 millones de dólares) para atender los daños y las necesidades primarias de la población afectada por las inclemencias del tiempo.
“Nos solidarizamos con las personas afectadas por estas tormentas, pero sepan que el Gobierno está presente y listo para atender las necesidades primordiales de la población que hoy está sufriendo”, subrayó la presidenta Xiomara Castro en una rueda de prensa.
En el nivel nacional, el balance de víctimas asciende a 16 personas fallecidas y más de 34 mil damnificadas, de acuerdo con la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales.
Respecto a la infraestructura, el informe detalla que hay tres mil 735 viviendas dañadas y 87 totalmente destruidas, y 97 comunidades permanecen incomunicadas debido a la crecida de ríos y quebradas, deslizamientos de tierra y daños en la red vial.
Por su ubicación geográfica, Honduras está considerada entre las naciones más vulnerables del mundo a fenómenos meteorológicos extremos, intensificados por el cambio climático.
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