Zheng Shajie, director de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China, destacó que la propuesta sitúa la construcción de un sistema industrial moderno como tarea estratégica prioritaria, con énfasis en consolidar industrias tradicionales que representan cerca del 80 por ciento del valor agregado manufacturero del país.
La actualización de sectores como química, maquinaria y construcción naval podría generar un espacio de mercado adicional de unos 10 billones de yuanes (1,37 billones de dólares) en cinco años, según estimaciones preliminares.
Asimismo, señaló que se promoverá el crecimiento de industrias emergentes como energías renovables, aeroespacial y economía de baja altitud, así como tecnologías futuras como computación cuántica, biofabricación y fusión nuclear.
Zheng subrayó que en 2024, las llamadas “tres nuevas” economías ya representaban más del 18 por ciento del PIB chino y su expansión en la próxima década equivaldría a construir una nueva industria de alta tecnología en el país.
En el ámbito del mercado interno, la propuesta apunta a expandir la demanda mediante el consumo, la inversión en bienestar social y proyectos estratégicos, manteniendo un crecimiento razonable de la inversión fija, que actualmente supera los 50 billones de yuanes (6,85 billones de dólares) anuales.
También China buscará mejorar la eficiencia de la inversión pública con un aumento de enfoque en servicios sociales al tiempo que se fortalece la gestión integral de los recursos asignados.
Para facilitar la circulación económica, se unificarán reglas del mercado, se eliminarán barreras locales y se reforzará la supervisión estatal, con el objetivo de liberar plenamente los dividendos del mercado interno más grande del mundo.
En materia regional, la propuesta impulsa la coordinación entre las cuatro grandes regiones del país (este, centro, oeste y noreste), los tres principales motores económicos (Beijing-Tianjin-Hebei, delta del Yangtsé y Gran Área de la Bahía Guangdong-Hong Kong-Macao) y los corredores ecológicos del Yangtsé y el río Amarillo.
Además, se avanzará en una urbanización centrada en las personas, con planes para renovar más de 700 mil kilómetros de redes de tuberías subterráneas, lo cual generá una demanda de inversión superior a los cinco billones de yuanes (685 mil millones de dólares).
De acuerdo con Zheng, el país promoverá el desarrollo marino sostenible, en un sector cuya economía ya supera los 10 billones de yuanes (1,37 billones de dólares), con énfasis en protección ecológica y seguridad marítima.
El XV Plan Quinquenal (2026-2030) guiará la política económica y social de China en un contexto global de transformación tecnológica y reconfiguración de cadenas de suministro, con el objetivo declarado de alcanzar un desarrollo de alta calidad y autosuficiencia estratégica.
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