Bajo el rugido de más de 41 mil almas reunidas en el legendario Hanshin Koshien, los Halcones desplegaron sus alas con la precisión de un reloj samurái. Hotaka Yamakawa abrió el cielo con un jonrón solitario, preludio de un ataque que sumó con el sacrificio de Tatsuru Yanagimachi y el golpe oportuno de Kensuke Kondo.
El dominio en el montículo lo marcó Ryosuke Otsu, impecable durante cinco capítulos en los que apenas permitió tres imparables. Desde el relevo, el venezolano Darwinzon Hernández firmó una joya: tres enemigos, tres outs, y una efectividad que sigue intacta como el acero de una katana.
El cierre fue obra de Kazuki Sugiyama, quien selló la victoria sin dejar respirar a los bates locales.
Hanshin peleó con orgullo de tigre herido. Teruaki Sato y Yusuke Oyama trajeron las únicas dos carreras, mientras Haruto Takahashi cargó con la derrota tras cuatro entradas y un tercio de resistencia. SoftBank, con ventaja de 3-1 en la serie, mira ya el horizonte del campeonato. Mañana, en el mismo escenario, los Halcones podrían dar el último vuelo hacia la gloria.
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