“El general Charles de Gaulle lo hizo”, comentó a la cadena RTL el político distanciado del segundo Gobierno del primer ministro, Sébastien Lecornu, después de formar parte del que cayó el 6 de octubre.

Si bien Retailleau suavizó sus declaraciones al señalar que él personalmente no pedirá la dimisión de Macron, porque ello “fragilizaría la función presidencial, sus palabras han tenido una amplia repercusión mediática.

El ex ministro del Interior no solo se distanció del Gabinete de Lecornu, redesignado en el puesto por el jefe del Estado cuatro días después de su renuncia, también demandó a sus correligionario no aceptar cargos en el nuevo Gobierno, indicación ignorada por seis de ellos.

De Gaulle dimitió en 1969 a raíz de su derrota en un referendo, y la sola mención a este hecho y la relevancia del político en la historia de Francia en el siglo XX bastan para que el mensaje sea interpretado como una sugerencia, cuando menos.

Retailleau consideró inevitable el regreso a las urnas en suelo galo, en un escenario de crisis política que ha visto a cuatro primeros ministros desde diciembre pasado: el conservador Michel Barnier, derrocado por una moción de censura, el centrista François Bayrou, a quien la Asamblea Nacional le negó la confianza el 8 de septiembre, y Lecornu por partida doble.

En ese sentido, la principal figura de LR evocó tres posibilidades para las elecciones anticipadas: la dimisión de Macron, la disolución de la Asamblea y la vía del referendo.

Hace varias semanas, Édouard Philippe, ex primer ministro y aliado de Macron, sorprendió al considerar que el presidente de la República debía renunciar.

Que figuras políticas de la derecha, que han sido parte del Gobierno, o cercanas al jefe del Estado, pidan o sugieran su salida del Elíseo no deja de llamar la atención.

Desde la izquierda, La Francia Insumisa responsabiliza a Macron por “el caos” imperante y exige su demisión como única salida.

Por su parte, el partido de extrema derecha Agrupación Nacional y sus líderes Marine Le Pen y Jordan Bardella reclaman la disolución de la Asamblea y la celebración de comicios legislativos anticipados.

En cuando al dignatario francés en el poder desde 2017, descarta dejar el cargo antes de que culmine su segundo mandato constitucional, en 2027.

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