En la explicación de su voto a favor de la resolución cubana que demanda el fin del cerco estadounidense, la cual logró un nuevo respaldo mayoritario de la comunidad internacional, el embajador de Sri Lanka en Naciones Unidas señaló la ilegalidad de la política agresiva de Washington contra la nación caribeña de más de seis décadas.

Manifestó su preocupación por los obstáculos del bloqueo a la adquisición de suministros médicos, vacunas y equipos esenciales, principalmente durante las urgencias de salud, y calificó de inaceptables las consecuencias negativas de esa política en el aspecto humanitario.

«El acceso a la salud no debe politizarse ni limitarse por políticas extraterritoriales», puntualizó.

El diplomático esrilanqués afirmó que su país observa el impacto del bloqueo en el sector alimentario y agropecuario.

Las sanciones económicas contra Cuba impiden la compra de fertilizantes, maquinarias, combustible y tecnología moderna, lo cual causa un descenso importante en la producción de alimentos, afecta el progreso de ese sector en Cuba y la posibilidad de alcanzar la seguridad alimentaria, con impacto en las mujeres y los niños, subrayó.

También señaló que no hay que usar sanciones para promover el hambre en un país cuando la comunidad internacional hace esfuerzos por combatirla.

El embajador precisó que llegó el momento de levantar el bloqueo, pues obstaculiza el camino de Cuba al desarrollo sostenible y atropella los derechos fundamentales del ciudadano cubano.

El bloqueo estadounidense a Cuba ha causa miles de millones de dólares en pérdidas económicas y evidentemente el ciudadano de a pie es el que más sufre, denunció.

También aseguró que deben ser respetados los derechos de los cubanos a una vida plena y digna, a la salud y a la educación, y se les debe permitir la libre circulación al comercio.

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