Mediante un comunicado, la organización calificó la votación de este miércoles en la Asamblea General de clara, contundente y moralmente irrefutable: 165 naciones alzaron su voz para exigir el fin de esa medida.

Este respaldo mayoritario no representa solo una victoria diplomática, sino también una manifestación de dignidad global y un clamor ensordecedor que exige poner fin al castigo colectivo contra el pueblo cubano, consideró.

La persistencia de esta política hostil solo se sostiene sobre un andamiaje de mentiras y cinismo, subrayó, mientras afirmó que el gobierno norteamericano continúa tergiversando la realidad.

Los Estados Unidos intentan responsabilizar a la Revolución de los sufrimientos que ellos mismos provocan, en tanto el mundo contempla con indignación esta infamia, remarcó.

Acusan a Cuba de fomentar la emigración, pero callan sobre sus propias políticas de incitación y estímulo, diseñadas para desangrar a aquella nación antillana y confundir a su población, advirtió.

Cuando Washington intenta dar lecciones de democracia y derechos humanos, su propio historial está marcado por la brutalidad policial, la discriminación racial sistemática, las ejecuciones extrajudiciales, la tortura y la militarización de sus ciudades, señaló.

Los inmigrantes, que han contribuido al crecimiento de su economía, son hoy perseguidos como animales en una caza humana encabezada por su policía migratoria, expuso la Coordinadora.

Estados Unidos carece de autoridad moral para cuestionar a un país que ha puesto al ser humano en el centro de sus políticas, aseveró en el texto.

La inclusión de Cuba en la espuria lista de “Estados Patrocinadores del Terrorismo” es otra herramienta de “máxima presión” repudiada por la comunidad internacional, expuso.

A pesar de más de sesenta años de asfixia económica, la isla ha alcanzado conquistas en educación, salud, mortalidad infantil ysolidaridad, que avergüenzan a las grandes potencias, incluidos los Estados Unidos, resaltó.

La única razón por la que el gobierno estadounidense mantiene esta política cruel de bloqueo es el miedo, comentó. Temen que, al levantarlo, el mundo descubra a la verdadera Cuba: libre, soberana, solidaria y próspera, acotó.

Reiteró su compromiso inquebrantable de amplificar la verdad, de acompañar su resistencia y de exigir con fuerza que Cuba sea retirada de la lista de países patrocinadores del terrorismo.

El bloqueo es un acto de genocidio, una violación flagrante de los derechos humanos del pueblo antillano y una política de odio que debe terminar de inmediato, insistió la Coordinadora.

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