De acuerdo con fuentes locales citadas por medios sirios, los militares de Tel Aviv ingresaron a la zona desmilitarizada con tres excavadoras y comenzaron a despejar terrenos agrícolas al oeste de la localidad.
Las operaciones incluyeron la destrucción de cultivos y el desalojo de cinco familias hacia la ciudad de Quneitra tras la confiscación de sus tierras.
Los trabajos, según las mismas fuentes, buscan completar el proyecto vial estratégico “Sufa 53”, destinado a enlazar las bases militares israelíes establecidas entre el Monte Hermón y la cuenca del río Yarmuk, en el extremo sur de Siria, cerca de la frontera con la gobernación de Daraa.
Actualmente, se contabilizan ocho bases militares israelíes en Quneitra y una en Deraa, dentro de los territorios ocupados en la franja fronteriza del Golán sirio.
Habitantes locales denunciaron que las aldeas de Bariqa y Bir Ajam, pobladas mayoritariamente por circasianos, sufrieron una grave despoblación a causa de las incursiones y ataques israelíes. Antes del año 2011, ambas comunidades contaban con unas 250 familias, mientras que hoy apenas permanecen unas 60, en su mayoría personas mayores y jubiladas.
Las autoridades sirias condenaron repetidamente las actividades expansionistas de Israel en el Golán ocupado, y las consideraron una violación flagrante del derecho internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que exigen la retirada israelí de los territorios ocupados desde 1967.
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