De acuerdo con un comunicado difundido este sábado, África CDC, en colaboración con la División de Asuntos Humanitarios de la Unión Africana, desplegaron expertos médicos y de laboratorio de emergencia para evaluar la situación, mantener los servicios de salud esenciales y reforzar la bioseguridad.
“El equipo de Inteligencia Epidemiológica de la agencia trabaja en estrecha colaboración con el Ministerio de Salud de Sudán y la Organización Mundial de la Salud para verificar las cifras de víctimas, monitorear posibles brotes de enfermedades y evaluar el impacto general en la salud pública”, indicó la nota.
El pasado 28 de octubre un ataque contra el Hospital Materno Saudí causó la muerte de cientos de pacientes y personal sanitario, además de producirse el secuestro de varios trabajadores, lo que paralizó uno de los pocos centros médicos operativos en la región.
Al respecto el director general del África CDC apuntó que se trata de una tragedia humana y una emergencia de salud pública, por lo que la prioridad de la institución es preservar la vida, prevenir brotes secundarios y proteger la infraestructura sanitaria de la que dependen las comunidades.
“Los centros y el personal sanitario jamás deben ser blanco de la guerra”, insistió, e instó a las partes en conflicto a proteger la integridad de los laboratorios e instalaciones biomédicas que almacenan o manipulan patógenos de alta letalidad, advirtiendo que cualquier ataque podría suponer graves riesgos.
Sudán enfrenta múltiples brotes simultáneos de cólera, dengue, sarampión y difteria, todos ellos intensificados por el conflicto, el desplazamiento masivo y el acceso restringido a la atención médica.
En ese escenario, los repetidos ataques contra hospitales y clínicas debilitan aún más el frágil sistema que sustenta el control de epidemias, la salud maternoinfantil y los servicios de inmunización, poniendo a millones de personas en mayor peligro en toda la región.
África CDC exigió el cese inmediato de la violencia contra los centros y el personal sanitario, la protección del acceso humanitario y médico, y el pleno respeto del derecho internacional humanitario.
Al producirse la toma de El Fasher por las Fuerzas de Apoyo Rápido, el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Mahmoud Ali Youssouf, también condenó enérgicamente las graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, incluidos los presuntos crímenes de guerra y los asesinatos selectivos de civiles por motivos étnicos.
Youssouf llamó al cese inmediato de las hostilidades y a la apertura de corredores humanitarios para llegar a las poblaciones afectadas.
Asimismo, convocó al diálogo y a comprometerse con un proceso político pacífico e inclusivo, así como recordó las obligaciones de todos los actores, en virtud del derecho internacional, de proteger a la población civil.
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