Según refirió en su cuenta de la red social X el presidente del país, Gustavo Petro, el gobierno estadounidense quedó aislado ante el respaldo recibido por la Resolución cubana y calificó a quienes evitaron pronunciarse en contra del cerco como “solo siete jinetes del apocalipsis”.
El Partido Comunista Colombiano y la Juventud Comunista expresaron mediante un comunicado su más amplia solidaridad, y manifestaron su respaldo al pueblo cubano, a su Partido Comunista y al gobierno revolucionario.
Remarcaron que se suman a las voces que a lo largo y ancho del mundo exigen desde la Asamblea General de la ONU el cese definitivo del bloqueo económico, financiero y comercial al que se le ha sometido por más de medio siglo.
Celebraron además los 165 votos que piden poner fin a la política coercitivas y consideraron que los siete votos en contra y las 12 abstenciones son parte de la estrategia imperialista de Donald Trump de presionar a otros países para aislar y exacerbar los perjuicios contra Cuba.
También la Bancada del Partido Comunes expresó su más firme solidaridad con el pueblo cubano frente a lo que calificó como una política criminal, “en abierta violación del Derecho Internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y de los principios de soberanía, autodeterminación y no injerencia”.
“Denunciamos que el bloqueo constituye un acto de guerra económica y una forma de castigo colectivo que afecta gravemente los derechos humanos, obstaculizando su desarrollo en sectores esenciales como la salud, la alimentación, la energía y la educación”, apuntó en su comunicación.
El Grupo de Amistad entre el Congreso de Colombia y la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba (parlamento unicameral) también exigió el fin del bloqueo contra la isla.
Apuntó que, durante más de seis décadas, el cerco unilateral ha provocado graves perjuicios al desarrollo económico y social del pueblo cubano y afecta de manera directa sectores esenciales como la salud, la alimentación, la educación y el bienestar de millones de familias.
“Las pérdidas acumuladas en el último año reflejan el impacto creciente de una política unilateral e injusta que contraviene los principios del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas”, remarcó.
La votación del pasado miércoles ocurrió en medio de una brutal campaña de presión de Estados Unidos.
En esta oportunidad hubo siete votos en contra y 12 abstenciones.
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