Según los reportes de la policía, se trata de dos ataques distintos con osos salvajes, el primero aconteció la víspera, en la prefectura de Fukushima, cuando una persona octogenaria limpiaba la parte trasera de su casa.
Un oso apareció de manera repentina, lo mordió y arañó por la espalda, mientras en la prefectura de Iwate, casi al mismo tiempo, una mujer de 89 años de edad recogía hojas en su patio y fue atacada por otro.
En ambos, casos, después de los ataques, los animales desaparecieron y los agredidos fueron transportados a instituciones hospitalarias por familiares.
La policía asegura que las heridas no llegaron a ser graves, a diferencia de otros casos en las últimas semanas y meses, y solicitaron a los pobladores del noreste mantenerse alertas.
Debido a los frecuentes avistamientos en esta zona del país, las autoridades han llegado a colocar carteles multilingües, para advertir sobre la presencia de osos.
En respuesta al gran incremento de ataques de estos animales a humanos en los últimos años, el Gobierno japonés aprobó en febrero de 2025 un proyecto de ley que autoriza a disparar a osos de manera preventiva por emergencia.
Un sondeo del Ministerio de Medio Ambiente indica que en Japón habita una población considerable y creciente de osos pardos y negros, las especies de mayor predominio en este archipiélago.
En apenas 12 meses, entre abril de 2023 y el mismo mes de 2024, las autoridades niponas registraron 219 ataques a personas, con un saldo de seis fallecidos, y se anotaron hasta 15 mil avistamientos, una cifra récord.
Algunos relatos refieren la intromisión de osos en viviendas o establecimientos, o en plena vía pública.
De igual manera, proyecto de ley impone condiciones específicas antes de consentir el uso de un arma de fuego y hace más fácil a las autoridades locales restringir el tráfico y decretar una evacuación, de ser necesario.
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