La iniciativa Desarmar, intervenir, reconstruir: resignificación artística de armas, organizada por la secretaría de Cultura, en colaboración con Defensa, aspira también a propiciar una reflexión sensible sobre la violencia, con el objetivo de contrarrestar sus múltiples manifestaciones.
De acuerdo con la secretaria de Cultura, Claudia Curiel, el proyecto promoverá prácticas de arte público que apuesten por el compromiso social y la participación colectiva como parte fundamental de este proceso creativo.
“Las piezas creadas serán la expresión material de la voluntad e interés de las comunidades artísticas para contribuir a la interrupción del ciclo de violencia mediante acciones poéticas y reparadoras, como formas de resistencia y sanación colectiva”, afirmó la titular.
Un comunicado de la cartera de Cultura apunta que la convocatoria surge para fortalecer el papel del arte en la reconstrucción del tejido social y la resolución pacífica de conflictos, de modo que las armas serán convertidas en materia prima para la creación.
Esto, agrega, con el propósito de despojar a dichos artefactos de su función original y de habilitar en ellos nuevas posibilidades simbólicas y estéticas, al convertirlos en esculturas públicas que se integrarán al espacio urbano y al entorno social.
Los artistas deben concebir obras que trasciendan la modificación formal del objeto para replantear su identidad y función y situar su práctica en diálogo con los lenguajes del arte contemporáneo.
“Se espera que las propuestas asuman un posicionamiento reflexivo e incorporen enfoques experimentales que atraviesen la escultura, instalación, investigación material y los procesos colaborativos”, detalla el texto, al mencionar que el proyecto contempla varias fases.
Desde ahora y hasta el 15 de mayo de 2026 será la Postulación, Preselección, Desarrollo de anteproyectos y Selección, mientras que del 19 de mayo al 30 de octubre, se desarrollarán y producirán las tres esculturas seleccionadas.
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