Según informó la agencia de noticias Xinhua, en primera instancia se impuso la pena capital a Bai Suocheng, Bai Yingcang, Yang Liqiang, Hu Xiaojiang y Chen Guangyi, mientras que Li Fushou y Li Zhide recibieron condenas de muerte con suspensión de dos años.
Otros cinco acusados fueron sentenciados a cadena perpetua y nueve más a penas de prisión de hasta veinte años, junto con multas, confiscación de bienes y expulsión del país.
La investigación determinó que el grupo, encabezado por miembros de la familia Bai con base en la región de Kokang, Myanmar, utilizó su poder local y una fuerza armada propia para establecer 41 parques empresariales, entre ellos el Hotel Baisheng y el Parque Tecnológico Cangsheng.
Desde esas instalaciones organizaron fraudes por telecomunicaciones, casinos ilegales, asesinatos, secuestros, extorsiones, prostitución forzada y tráfico de personas.
Las autoridades señalaron que las actividades criminales implicaron fondos por más de 290 mil millones de yuanes (unos 39,9 mil millones de dólares) y provocaron la muerte de seis ciudadanos chinos, además del suicidio de otro y múltiples heridos.
El tribunal concluyó que los acusados incurrieron en 12 delitos, entre ellos fraude, homicidio intencional y lesiones graves, y dictó las penas de acuerdo con la gravedad de los hechos y el daño social causado.
En los últimos años, China ha intensificado la cooperación con Myanmar para combatir las estafas transnacionales y los delitos cibernéticos, que han afectado a miles de ciudadanos y generado pérdidas millonarias en la región.
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