El Sistema Nacional de Alerta contra Tsunamis (SiAM), divulgó en ocasión de esta fecha el desarrollo de nuevas metodologías para la detección temprana de esas catástrofes, incluido el fortalecimiento de las capacidades para la monitorización sísmica oceánica, así como un mejor y más oportuno análisis de las señales del nivel del mar.
El SiAM, integrado por el Departamento de Protección Civil (DPC), el Centro de Alerta contra Tsunamis del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (CAT-INGV) y el Instituto de Investigación y Protección Ambiental (Ispra), también incrementó sus acciones de sensibilización y formación dirigidas a la población.
Entre los objetivos de esas iniciativas se encuentra el reforzamiento de la preparación y la resiliencia de las comunidades costeras más expuestas a posibles tsunamis, indica un reporte divulgado en el sitio digital de la publicación especializada InsaluteNews.
El CAT-INGV instaló nuevas boyas de detección de maremotos, como parte del proyecto de Monitoreo de la Evolución y la Tectónica de la Tierra (MEET), una frente a la isla siciliana de Estrómboli, así como dos en las profundidades del mar Jónico, capaces de detectar olas gigantes en tiempo real en alta mar.
Por su parte el Ispra finalizó la instalación de nuevas estaciones de monitoreo a lo largo de la costa italiana, con las que mejoró los sistemas de adquisición, transmisión e intercambio de datos.
El DPC impulsó la activación, aún en fase experimental, de un nuevo sistema de alerta acústica, dirigido a detectar tsunamis generados por la actividad volcánica en las islas de Estrómboli y Panarea, en la sureña región de Sicilia.
El INGV y el Ispra están llevando a cabo, de manera conjunta, estudios exhaustivos para definir las zonas inundables en varias ciudades, como es el caso de Palmi, ubicada en la región de Calabria, con el propósito de ayudar a esas comunidades costeras a prepararse para una gestión de riesgos más eficaz e informada, precisa el texto.
Con el lanzamiento del proyecto de Restauración de Ecosistemas Marinos (MER), el Ispra también inició una campaña de levantamientos topográficos y barimétricos de alta resolución a lo largo del litoral nacional, esenciales para la planificación costera y la gestión de riesgos, agrega la fuente.
Las costas italianas, en particular las de regiones sureñas como Calabria y Sicilia, se encuentran expuestas a esos eventos, como demuestran los 290 registrados por el INGV en el Catálogo Euromediterráneo de Tsunamis (EMTC), el primero de los cuales data del año 6150 antes de nuestra era.
Entre las catástrofes de este tipo se encuentran algunas con consecuencias devastadoras, como las ocurridas en las costas meridionales de esta nación europea en los años 1693, 1908 y 1990, generadas por grandes terremotos.
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