Así lo consigna el informe mensual de comercio exterior de octubre que elaboró el instituto Uruguay XXI.

Según la fuente, de 2016 al tercer trimestre de este año las exportaciones de energía eléctrica alcanzaron los mil 324 millones de dólares, con un promedio de 130 millones de dólares anuales, sobre todo por ventas a Brasil y Argentina.

Los eventos climáticos, en particular sequías, provocaron las principales importaciones desde esos países vecinos, con picos coyunturales para Brasil.

Argentina, por su parte, se perfila como un socio comercial más regular, según la publicación de Uruguay XXI.

Un déficit de generación eléctrica estructural en los últimos años, provoca que su demanda sea sostenida.

Sin embargo, la sequía de 2019 provocó que el 69 por ciento de las exportaciones uruguayas de energía eléctrica fueran acaparadas por el mercado argentino.

Con la primera transición energética Uruguay consiguió descarbonizar la producción de electricidad, que ahora consigue con fuentes limpias y renovables.

El propósito de una segunda fase es descarbonizar la economía, en particular el transporte, para lo cual se precisa un proceso inversionista que atienda además el crecimiento de la demanda.

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