De acuerdo con pobladores citados por el portal Syria TV, una unidad del ejército israelí irrumpió en la zona de Al-Hafayer, en Khan Arnabeh, y procedió al arresto de cuatro miembros de una misma familia, cuyo paradero permanece desconocido.
Horas más tarde, cinco vehículos militares israelíes ingresaron en las afueras de la aldea de Saida Al-Golan, también en Quneitra, donde instalaron un puesto de control y comenzaron a registrar a los transeúntes.
La víspera, fuerzas israelíes habían desplegado otro control provisional en la carretera Samdanieh Sharquieh y Khan Arnabeh, en la misma gobernación.
Estos hechos se suman a una serie de violaciones cometidas por las tropas de Tel Aviv en Quneitra y en diversas zonas del sur de Siria, incluidas incursiones repetidas y detenciones de civiles.
Desde la salida del poder del expresidente Bashar Al-Assad en diciembre de 2024, las acciones israelíes se han vuelto casi diarias, acompañadas de arrestos y bombardeos contra zonas residenciales, con saldo de víctimas civiles y crecientes llamados internacionales para que Tel Aviv respete la soberanía siria.
Datos de fuentes locales indican que las bases militares israelíes emplazadas en territorio sirio se extienden desde la cima del Monte Hermón hasta la cuenca del Yarmuk, comprendiendo ocho instalaciones en Quneitra y una en la vecina provincia de Deraa.
En medio de este escenario, el presidente sirio Ahmed Al-Shara confirmó recientemente que las negociaciones con Israel para alcanzar un acuerdo de seguridad enfrentan “serias dificultades”, aunque aseguró que continúan con el acompañamiento de Estados Unidos y otros actores internacionales.
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