Igualmente, según el alto cargo federal en esta isla del Caribe bajo dominio colonial de Estados Unidos, la medida va dirigida a una posible colaboración, incluso indirecta, con un grupo clasificado de “terrorismo extranjero” por el presidente Donald J. Trump.
“La mitigación del riesgo está marcada por decisiones que ustedes toman todos los días. Y esa mitigación de riesgo tiene un significado diferente para todo el mundo”, dijo Muldrow ante miembros de la Asociación de Bancos Internacionales de Puerto Rico y la Asociación de Aseguradoras Internacionales, reseña el diario El Nuevo Día.
El planteamiento del jefe de la fiscalía federal surge a raíz de una disminución en los Informes de Actividad Sospechosa presentados por las instituciones internacionales que operan en Puerto Rico.
Expuso que en el año fiscal 2025, que terminó el 31 de octubre pasado, de 50 instituciones financieras internacionales, solo 22 presentaron 10 o menos informes de actividades sospechosas, mientras que en el año fiscal 2024 solo 17 entidades sometieron 10 alertas.
Toda institución financiera, incluyendo las cooperativas de ahorro y crédito, las uniones de crédito o cooperativas federales, así como las entidades bancarias y financieras internacionales que operan en Puerto Rico están llamadas a reportar cualquier actividad sospechosa que pueda implicar lavado de activos, fraude, corrupción o financiamiento de narcotráfico, entre otros delitos.
Muldrow estableció que Puerto Rico está en un punto estratégico en este nuevo enfoque del Departamento de Justicia federal.
“Esta nueva política pública no solo se enfoca en las estrategias tradicionales, como es la Ley RICO —contra el crimen organizado— o los cargos por fraude; ahora hay una gran autoridad en el Departamento de Justicia para radicar cargos por terrorismo al que apoye a las organizaciones terroristas”, afirmó.
Explicó que “hay una coordinación más amplia con la comunidad internacional y Puerto Rico tiene la ubicación más estratégica en el Caribe para esta misión”.
Al asumir el cargo por segunda vez, una de las primeras gestiones del presidente Trump fue designar algunos presuntos carteles de narcotráfico como organizaciones terroristas extranjeras, entre ellas el Tren de Aragua, de Venezuela; MS-13, de El Salvador, el cartel de Sinaloa y La Nueva Familia Michoacana, de México.
También la ha emprendido contra el gobierno de Nicolás Maduro en la República Bolivariana de Venezuela y el Gustavo Petro en Colombia, con aparente intenciones de desestabilizarlos, mientras ha desplazado barcos de guerra, incluido el portaaviones Gerald Ford, por aguas del Caribe, donde han atacado una veintena de naves de pescadores a los que han asesinado por alegado narcotráfico.
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