En la habitual conferencia de prensa semanal, el mandatario aseveró que desde 2017 Panamá mantiene relaciones con Beijing, con apego al principio de “Una Sola China”, suscrito por varias naciones.
Acerca de la controversia desatada por la invitación recibida por un grupo de legisladores de realizar esa visita, comentó que con ello se busca «encender un tamborito» (conflicto) y con mala intención, perturbar los nexos oficiales.
Mulino remarcó que por Constitución, a él como jefe de Estado le corresponde dirigir la política exterior de la nación centroamericana, por lo que reiteró no estar de acuerdo con ese viaje.
Además rechazó los argumentos de los diputados que han dicho que su visita a Taiwán busca atraer inversiones, decisión que catalogó como mentira y negó que los parlamentarios puedan ir y hablar de inversiones y de proyectos.
Panamá inició relaciones diplomáticas con China tras su ruptura de nexos con Taiwán, en 2017.
Este viaje también derivó una advertencia de la embajada de China en Panamá y a renglón seguido, un comunicado de cancillería que rechazó “cualquier intento de injerencia” de las legaciones diplomáticas.
En su mensaje, el Ministerio de Relaciones Exteriores reiteró su respeto a la independencia del Órgano Legislativo en el ejercicio de sus funciones constitucionales”, pero al mismo tiempo subrayó que la política exterior es una atribución exclusiva del Gobierno.
El pronunciamiento enfatiza que el Ejecutivo es “el único interlocutor válido del Estado panameño en sus relaciones con otros países y actores internacionales”, una frase que busca evitar interpretaciones sobre posibles iniciativas legislativas con impacto internacional.
En su comparecencia Mulino reconoció los aportes que hizo Taiwán al país centroamericano durante el tiempo que mantuvieron relaciones diplomáticas y dejó abierta la posibilidad de evaluar que se tenga en Panamá una oficina comercial.
«A mi nadie me ha pedido nada con relación a Taiwán, nunca, nunca, en el sentido de si estaríamos o no dispuestos a lograr una apertura de una oficina comercial de Taiwán en Panamá, señaló.
Si esa petición llega, pues será analizada y lo informaré al país, no como hizo el otro -en alusión al expresidente Juan Carlos Varela (2014-2019) que, a trastienda y en la medianoche, abrió relaciones con China, declaró.
Mulino recalcó que el acuerdo suscrito entre China y Panamá hace más de ocho años dice que no se puede tener relaciones con Taiwán de ningún tipo, no tácita, expresamente, contrario a lo que tienen otros países comenzando con Estados Unidos, que tiene una sección de intereses en Taiwán y en Washington.
Luego de agradecer los aportes de Taiwán a Panamá incluso en su respaldo luego de la invasión de Estados Unidos en diciembre de 1989, Mulino reafirmó que no permitirá que esa fuerza de atracción conlleve a un problema que debe resolverse en Washington.
ro/ga





