Uno de los objetos hallados es una trampa de caza que, tras los primeros análisis realizados, tiene una antigüedad estimada de mil 500 años y un inmenso valor para la arqueología, según dio a conocer la iniciativa Secrets of the Ice, en la cual participan investigadores del Museo Universitario de Bergen.
Este proyecto hizo otros descubrimientos, entre ellos cuatro mil 500 objetos de la Edad de Piedra y la época vikinga hallados bajo el hielo en 2021 o unos esquís de la Edad de Hierro, unos meses después.
Los expertos determinaron que el artefacto encontrado es una trampa masiva para renos, que puede considerarse como un testimonio muy bien preservado de las estrategias de subsistencia de las poblaciones nórdicas de la Edad del Hierro.
Fue descubierto a mil 400 metros de altitud sobre el nivel del mar y consiste en una red de cientos de ramas y postes de madera que formaban barreras para canalizar y dirigir a las manadas de esos mamíferos hacia un punto de captura.
Dicha trampa para renos muestra una planificación y un conocimiento del entorno extraordinarios por sus creadores.
Las bajas temperaturas de la región hicieron posible que materiales orgánicos extremadamente frágiles sobrevivieran durante tanto tiempo.
Sin embargo, el cambio climático y el aumento de temperatura está traduciéndose en la pérdida de masa de hielo de los glaciares y, con ello, que queden a la vista estos objetos.
Los arqueólogos hallaron además lanzas de hierro, flechas de madera y fragmentos de arcos.
Igualmente documentaron la presencia de cuernos de renos con marcas de corte, lo cual confirma su sacrificio y posterior procesamiento para extraer su carne y sus pieles.
También, apareció una pinza de asta o broche tallado con la forma de un hacha en miniatura, que muestra la artesanía de las comunidades de la época.
Los investigadores no pudieron establecer cómo llegó hasta allí un remo de madera de pino, finamente tallado y decorado. La pieza náutica fue hallada a mil 400 metros de altitud y a varios kilómetros de la costa más cercana.
La conservación de todos estos objetos se achaca a un período de enfriamiento en la región a mediados del siglo VI.
rc/abm





