El sondeo realizado por Odoxa para Public Sénat y la prensa regional consideró al presidente de RN como el representante de la organización en los comicios señalados para el 2027, a partir del hecho de que su líder, Marine Le Pen, está inhabilitada tras una condena por desvío de fondos públicos, la cual reclama con la esperanza de participar en la cita en las urnas.

En sintonía con todos los estudios de opinión en suelo galo, la figura que compita por RN, en este caso Bardella, dominaría con holgura la primera vuelta, al contar con hasta un 36 por ciento de las intenciones de voto, más del doble de las atribuidas a su más cercano perseguidor.

Le Pen es la aspirante natural del partido, con la visión de que su delfín sería el primer ministro en caso de llegar al Elíseo, pero la diputada dijo asumir que si la justicia falla en su contra, apoyaría la candidatura del político de solo 30 años.

La encuesta maneja cuatro escenarios en la segunda ronda, a la que avanzarían los ex primeros ministros Édouard Philippe o Gabriel Attal, por el llamado bloque central, que aglutina al oficialismo y sus aliados, o por la izquierda los líderes de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, y de Plaza Pública, Raphaël Glucksmann, este último enmarcado en la socialdemocracia.

Bardella superaría en el balotaje a Philippe con el 53 por ciento de los sufragios contra un 47, a Attal 56-44, a Mélenchon 74-26 y a Glucksmann 58-42.

A diferencia de las legislativas del año pasado, no se vislumbra una candidatura única de la izquierda para las presidenciales del 2027, escenario resultante de las profundas diferencias entre los insumisos y los socialistas.

El sondeo de Odoxa no incluye la hipótesis de la participación en el balotaje del candidato conservador y líder de Los Republicanos, el ex ministro del Interior Bruno Retailleau, a quien sitúa en la primera vuelta con un máximo del 10 por ciento de respaldo.

La posibilidad de que la extrema derecha gobierne en Francia está en sintonía con los progresos logrados por ese campo en varios países europeos, pese a las críticas que recibe por su postura antiinmigrante, con frecuencia tildada de racista, y cierto distanciamiento que promueve de la Unión Europea.

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