Pese a su alto número solo 9.5 por ciento los temblores, 612, fueron percibidas por la población.

Las estadísticas de las autoridades señalan que del gran total cuatro mil 277 se originaron en fallas locales y dos mil 158 se produjeron en aguas cercanas al país o fuera de sus fronteras.

En las estadísticas destacó el mes de febrero con mil 862 eventos, cifra superior al promedio mensual de 2025 que fue de 715 movimientos.

Durante este año se produjeron “enjambres sísmicos” como el ocurrido en San Lorenzo, en Ahuachapán, en el occidente, que se extendió por varias jornadas hasta acumular más de 800 sismos hasta el 11 de agosto.

Las valoraciones y mediciones del MARN precisan que la energía que liberaron los sismos en septiembre equivale a un 3.4 por ciento de la potencia que se generó a raíz de la bomba atómica de Hiroshima, el 6 de agosto de 1945.

La persistente sismicidad llevó a pobladores a pronosticar un temblor grande por el tiempo transcurrido desde la sacudida ocurrida 13 de enero de 2001 con una magnitud 7,7 grados en la escala Richter,  en el departamento de Usulután , El Salvador, donde al menos 952 personas murieron.

En esa ocasión todos los departamentos del país reportaron víctimas y daños graves que también se extendieron a otros países de la región.

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