La efeméride se celebra este martes, un día después que concluir el XXXVIII Encuentro Plurinacional de Mujeres, Travestis, Lesbianas, Intersex, Binarias y No Binarias que reunió en la ciudad de Corrientes a millares de féminas de Argentina y otros países de la región.

Allí, durante los tres días que duró el magno evento femenino las participantes manifestaron la potencia de las mujeres trabajadoras, la bronca de las víctimas de violencia de género, la indignación por los recortes en las políticas de género, la “furia trava”, y convocaron a pensar en el futuro del transfeminismo y sus construcciones posibles.

De acuerdo con cifras del Observatorio de Femicidios “Adriana Marisel Zambrano” de La Casa del Encuentro, del 1 de enero al 30 de septiembre, se registraron 167 femicidios en Argentina. En octubre y en la primera quincena de noviembre ocurrieron otros más, y suman casi 180.

Fueron tres días intensos –de sábado a lunes- en Corrientes que culminaron con la lectura de las conclusiones de cada taller y la posterior elección de la próxima sede, a través del sistema de aplausos. La elegida fue Córdoba, sede que le ganó la disputa por el lugar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En Argentina, el reclamo por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres tomó una dimensión histórica con el surgimiento del movimiento “Ni Una Menos” en 2015.

La iniciativa, nacida en redes sociales tras una serie de femicidios, derivó en manifestaciones masivas en todo el país y se expandió por Latinoamérica. Dos años después, el 8 de marzo de 2017, se realizó el primer Paro Internacional de Mujeres, que consolidó aún más la visibilidad de la problemática.

El sentido central del 25 de noviembre es mantener en agenda la desigualdad estructural, los femicidios y las múltiples formas de violencia machista, además de exigir políticas públicas que garanticen derechos, oportunidades y, por encima de todo, la preservación del derecho a la vida.

Esta efeméride tiene su raíz en el asesinato de Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, militantes dominicanas que enfrentaron abiertamente al régimen de Rafael Leónidas Trujillo.

El 25 de noviembre de 1960, un escuadrón enviado por la dictadura las secuestró y asesinó brutalmente para luego simular un accidente automovilístico. Conocidas como “las mariposas”, su muerte se transformó en un símbolo de lucha y fue uno de los hechos que aceleró la caída del dictador.

Así, los movimientos feministas comenzaron a tomar esta fecha como emblema en 1981, durante el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, realizado en Bogotá.

A nivel internacional, la conmemoración quedó oficialmente establecida el 17 de diciembre de 1999, cuando la Asamblea General de Naciones Unidas llamó a gobiernos y organizaciones a impulsar acciones concretas para visibilizar y combatir la violencia de género.

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