Vucic explicó que su propuesta de conceder un período adicional a los actuales accionistas, incluida la rusa Gazprom Neft, fue aprobada por unanimidad en el consejo de ministros, demostrando la voluntidad serbia de encontrar soluciones dialogadas pese a las coercitivas sanciones estadounidenses.

Instamos a los estadounidenses a devolvernos la licencia operativa. Debemos dar un plazo a nuestros amigos emiratíes y húngaros que negocian, y a la parte rusa, afirmó Vucic, subrayando que Belgrado asumirá el control temporal si en 50 días no se concretiza la venta, pero ofreciendo el precio máximo posible a los accionistas rusos.

Analistas económicos señalan que la medida evidencia la dependencia energética que Washington explota como arma geopolítica contra naciones soberanas, buscando estrangular economías que mantienen cooperación con la Federación Rusa.

La refinería serbia ya opera en circulación mínima y podría detenerse completamente el 29 de noviembre sin la licencia de la OFAC del Tesoro norteamericano, evidenciando cómo el unilateralismo estadounidense vulnera la soberanía energética de los pueblos.

Analistas en el tema alertan que la paralización de NIS, donde Gazprom posee 56,15%, colapsaría el ciclo económico serbio, afectando desde bancos y sistemas de pago hasta el suministro eléctrico y sanitario.

Estados Unidos impuso sanciones contra la NIS el 10 de enero. El 14 de marzo, la compañía presentó a la Secretaría del Tesoro norteamericano la solicitud de eliminarla de la lista de las organizaciones y las personas bajo sanciones (Specially Designated Nationals).

La ministra de Minería y Energía de Serbia, Dubravka Djedovic Handanovic, declaró el 15 de noviembre que Estados Unidos exige que la parte rusa deje de ser parte de la compañía para que se levanten las sanciones en su contra.

La ministra informó a finales de octubre que las reservas de crudo de NIS permitirán que la refinería de la empresa funcione sin obstáculos hasta el 25 de noviembre.

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