Al responder a preguntas de Prensa Latina, Oddone subrayó la vocación de paz de su país y el deseo de que la situación en el Caribe, con una amplia presencia militar de EEUU, no derive en una acción que repercuta negativamente en la región.

Esperemos que los canales diplomáticos funcionen y estoy convencido de que nuestro canciller está trabajando intensamente en ayudar en lo posible, precisó Oddone en la Tribuna EFE-Casa de las Américas de este martes.

En relación con otra interrogante de Prensa Latina en torno a un eventual acuerdo de la Unión Europea (UE) con Mercosur, dijo sentirse optimista, con la esperanza de que incluso pueda concretarse antes de fin de año.

“Por mis propias responsabilidades y por naturaleza soy optimista; creo que hay clima muy favorable pese a las reticencias de algunos sectores (como los agricultores franceses y polacos)” apuntó.

Si se extiende su firma hasta el próximo año, está bien, y si debemos seguir negociando lo haremos, En definitiva, llevamos 25 años en esto y mantenemos la paciencia, porque es un acuerdo muy beneficioso para ambas partes, precisó Oddone.

Al abundar acerca del asunto, adelantó que la próxima cumbre del Mercosur se realizará en Brasilia los días 13 y 14 de enero de 2026, lo cual no implica que la rúbrica del tratado comercial entre el bloque latinoamericano y la UE deba darse en este contexto.

Resaltó que Brasil y la UE han encontrado muchos puntos de coincidencia y buscando flexibilidades de común arreglo, para hacer realidad un sueño de grandes perspectivas.

Asimismo, Oddone aprovechó para mencionar a Panamá como fuerte candidato a ingresar en el Mercosur, cumpliendo requisitos y con su sello de identidad de una economía en franco ascenso.

El titular se congratuló de la estabilidad de Uruguay, una nación pequeña, pero sin mutaciones en su proyección aun cuando cambien los gobiernos, que espera un crecimiento sostenido del 2,5 por ciento en los próximos cinco años y una inflación regulada en el 4,5 por ciento.

No obstante, reconoció la existencia de ámbitos ajenos a la voluntad propiamente dicha de Uruguay como los aranceles de Estados Unidos, aunque de momento no impactaron.

De todos modos, refrendó el acuerdo UE-Mercosur como una respuesta contundente de la vigencia del multilateralismo en el mundo.

Aparte de todo lo mencionado, ponderó el clima de inversiones en la nación sudamericana, principalmente en energía, los Data Center (Google y tres compañías europeas) y en infraestructuras.

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