Sin ostentación, el sistema judicial brasileño demostró su fortaleza, no se dejó intimidar por amenazas externas y realizó un pleito exquisito, sin ninguna acusación de la oposición. Lula se mostró satisfecho con el resultado.

«No por el encarcelamiento de nadie, estoy contento porque el país demostró que tiene la madurez suficiente para ejercer la democracia en su pleno sentido», recalcó en un acto oficial.

Por primera vez en la historia nacional y en 500 años, hay alguien encarcelado por intento de golpe de Estado, refirió.

Manifestó que «tienen a un expresidente de la República y a cuatro generales de cuatro grupos diferentes encarcelados. Es una demostración de que la democracia es para todos. La democracia no es un privilegio de nadie. Es un derecho de 215 millones de brasileños. Por eso, me alegro», refirió.

Elogió la actuación del Supremo Tribunal Federal (STF) en el sonado litigio que condenó a Bolsonaro a más de 27 años de prisión por golpista.

La víspera, el STF puso fin al proceso contra el político ultraderechista y seis aliados, incluyendo generales.

El ministro Alexandre de Moraes, relator del caso en el Supremo, decidió que Bolsonaro cumpliera su condena en la Superintendencia de la Policía Federal (PF) en esta capital, donde ya se encontraba en prisión preventiva desde el sábado. La decisión fue ratificada por unanimidad en la primera sala de la corte.

Bolsonaro y el general Walter Braga Netto ya estaban encarcelados antes de cumplir la pena.

El expresidente fue arrestado preventivamente el sábado tras dañar su tobillera electrónica en vísperas de una vigilia convocada por su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, frente al condominio donde cumplía arresto domiciliario.

Braga Netto fue arrestado preventivamente por la PF en diciembre bajo sospecha de haber intentado obtener información del acuerdo de culpabilidad del teniente coronel Mauro Cid, exayudante de órdenes de Bolsonaro.

Ayer fueron arrestados los generales Augusto Heleno y Paulo Sérgio Nogueira, y el excomandante de la Marina Almir Garnier, y todos trasladados a instalaciones militares.

Del núcleo principal de la trama golpista, solo el diputado Alexandre Ramagem y Cid no están encarcelados.

Ramagem huyó a Estados Unidos antes de que finalizara el proceso.

Cid, por otro lado, llegó a un acuerdo de culpabilidad y actualmente se encuentra en libertad tras cumplir la condena estipulada en el pacto.

Se espera que algunos abogados defensores de los golpistas presos intenten apelar para llevar el caso ante el pleno del STF, pero las posibilidades de éxito resultan escasas.

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