La sonrisa que mostraba al llegar al tribunal alentado por sus simpatizantes, desapareció cuando la larga lectura del fallo llegó a la parte más importante, que lo envió a prisión, descartando sus alegatos de inocencia.

“Se ha logrado acreditar con grado de certeza la responsabilidad penal de Martín Vizcarra en la comisión del delito imputado, por lo que debe ser pasible de una sanción penal”, precisó el fallo, que añadió el Estado como agraviado por los sobornos.

Consideró válidos los testimonios y evidencias de que recibió el equivalente de 676 mil 470 dólares de las empresas Obrainsa y Lomas de Ilo, a cambio de ser beneficiadas con los contratos de construcción de un hospital y un proyecto hídrico.

El juzgado impuso además una pena de nueve años de inhabilitación para el ejercicio de cargos en el aparato estatal y el pago de una reparación judicial por dos millones 363 mil soles, (695 mil dólares) en conjunto con las empresas involucradas

La sentencia no causó sorpresa, pues desde hace semanas juristas y medios de prensa pronosticaron la condena por las evidencias del delito cometido cuando era gobernador de la sureña región de Moquegua.

Vizcarra se declaró constantemente libre de culpa, alegó que la Fiscalía carecería de pruebas plenas y niega validez a lo declarado por los empresarios contratistas de las obras y de su muy cercano amigo José Hernández que confesaron, respectivamente, haberle pagado las coimas los primeros y haber sido intermediario de la coima el segundo.

El sentenciado ejerció la presidencia desde marzo de 2018, cuando era vicepresidente y reemplazó al renunciante neoliberal Pedro Pablo Kuczynski; hasta noviembre de 2020, cuando fue destituido por el Parlamento.

El Congreso, además, lo ha inhabilitado para el ejercicio de cargos en el Estado, lo cual frustró su intento de postular a la Presidencia en los comicios de abril próximo.

La inhabilitación le impidió además en 2021 y lo privó de ocupar un escaño en el Congreso como el legislador elegido con la mayor votación individual, lo que también se considera motivado por el presunto mérito de haber disuelto el impopular Parlamento de mayoría neoliberal, en septiembre de 2020.

Vizcarra será el tercer recluso del presidio exclusivo para exgobernantes, donde cumplen condenas el neoliberal Alejandro Toledo, quien gobernó entre 2001 y 2006, el nacionalista Ollanta Humala (2011-2016) y el maestro rural Pedro Castillo (2021-2022). Este último será sentenciado mañana porque intentó disolver el Legislativo.

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