Tras la derrota 80-68 del jueves en La Habana, el equipo antillano llega a territorio bonaerense con la convicción de competir pese a las ausencias de figuras claves como Pedro Bombino y Karel Guzmán, además de sus estelares internacionales Jasiel Rivero, Yoanki Mencía y Howard Sant-Roos. Los dirigidos por Osmel Planas intentarán repetir los pasajes de intensidad que mostraron en casa y responder con energía a un escenario adverso.
Argentina, fortalecida ahora por el regreso del técnico Pablo Prigioni y sostenida en líderes como Facundo Campazzo, Gonzalo Corbalán y Francisco Cáffaro, salta a la cancha con ánimo reivindicador. La “bronca” de no haber ido al último Mundial ni a los Juegos Olímpicos funciona como combustible en un grupo decidido a marcar diferencias desde el primer minuto.
La pelota volará esta noche en el templo de Núñez, donde los locales aspiran a imponer jerarquía y los cubanos a desafiar los pronósticos con valentía. En esta ventana que recién abre el camino a 2027, cada posesión promete valor de oro.
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