Además de algunas regulaciones básicas sobre el volumen, los fabricantes de automóviles tienen la libertad de elegir el ruido que desean y ello brinda a los investigadores una oportunidad única para diseñar sonidos personalizados para maximizar su eficacia.
De ahí que un equipo de expertos del Instituto Americano de Física, Estados Unidos, presentara un trabajo sobre el tema en la Sexta Reunión Conjunta de la Sociedad Acústica de América y la Sociedad Acústica de Japón, que se desarrolla en Honolulu, Hawái.
“En nuestra investigación, nos propusimos diseñar sonidos que informaran la aproximación, basados en onomatopeyas que evoca la imagen de un vehículo silencioso”, explicó la estudiante de posgrado Mei Suzuki.
“Estos estímulos incluían sonidos creados a partir de sonidos onomatopéyicos y ruido rosa”, detalló.
Para probar su biblioteca de sonidos creados, el equipo los reprodujo a voluntarios, tanto en un estudio como en condiciones reales de carretera.
Luego les pidieron que calificaran cada uno según criterios como “El sonido transmite urgencia” y “El sonido es fácil de percibir”, en tanto los ruidos se clasificaron en función de esta retroalimentación.
Descubrieron que el mejor rendimiento era una versión de ruido rosa, dominado por notas de baja frecuencia.
En opinión de Suzuki, la razón por la que este estímulo sonoro obtuvo la mayor puntuación fue su fuerte componente de baja frecuencia y su similitud con el ruido de un automóvil en marcha.
Esta distribución de ruido de baja frecuencia fue menos susceptible a ser ahogada por otras fuentes de ruido ambiental, lo que permitió a los voluntarios oír con claridad los vehículos que se aproximaban en todas las condiciones.
Los investigadores planean introducir sonidos similares para bicicletas eléctricas, patinetes eléctricos y otros dispositivos de movilidad pequeños y ligeros.
car/lpn





