En medio de la crisis diplomática bilateral, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Guo Jiakun, criticó las manifestaciones de la primera ministra Sanae Takaichi que ignoran las críticas internas y externas y desprecian las normas básicas del derecho internacional.
Subrayó que Tokio intenta revivir el militarismo al desafiar el orden internacional surgido tras la Segunda Guerra Mundial, lo que merece la vigilancia de los países asiáticos y la comunidad global.
El vocero calificó de “peligrosa y maliciosa” la instrumentalización de Taiwán para obtener réditos políticos domésticos, y exhortó a Japón a retractarse y abstenerse de seguir “jugando con fuego”.
En otro asunto, Guo rechazó las acusaciones japonesas sobre una supuesta “irradiación con radar” por parte de un caza chino contra una aeronave de las Fuerzas de Autodefensa el 6 de diciembre.
Afirmó que la Armada china realizaba ejercicios en aguas internacionales conforme al derecho internacional, y que el uso de radares de búsqueda durante vuelos es una práctica estándar y segura en todo el mundo.
Indicó que el avión japonés ingresó sin autorización en la zona de entrenamiento china, realizó reconocimiento cercano y luego falseó los hechos al presentarse como víctima.
Guo denunció una campaña deliberada de Tokio para difundir desinformación, tensar la situación y manipular la opinión pública con fines políticos.
Las tensiones entre las dos naciones siguen al alza luego de que la primera ministra nipona Sanae Takaichi dijera ante la Dieta (Parlamento) que si Beijing atacaba Taiwán eso crearía «una crisis existencial» para Japón, lo que supondría que el país podría movilizar sus fuerzas de autodefensa para intervenir en el Estrecho.
El Ministerio de Defensa chino subrayó que esas declaraciones sobre Taiwán constituyeron una injerencia grave en los asuntos internos del país.
Además, enfatizó que las afirmaciones enviaron una señal equivocada a las fuerzas que promueven la independencia de esa isla.
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