Las provincias de Sumatra Septentrional, Aceh y Sumatra Occidental enfrentan graves secuelas producto de las inundaciones severas y deslizamientos de tierra que arrasaron comunidades enteras.
De acuerdo con la Agencia Nacional para la Gestión de Desastres, en estos momentos se atienden alrededor de cinco mil heridos y más de un millón de ciudadanos permanecen en centros de evacuación.
Los graves impactos en la infraestructura ralentizan las operaciones de búsqueda y rescate, así como el envío de ayuda a las víctimas.
Las autoridades de Indonesia calculan que unos 3,2 millones de residentes de 50 distritos padecen afectaciones.
El conteo de daños incluye alrededor de 156 mil 500 casas, mil 200 instalaciones públicas, 420 lugares de culto, 534 centros educativos, 234 edificios de oficinas, 199 establecimientos de salud y 435 puentes y carreteras.
A criterio de las autoridades del país, se trata del peor desastre natural en Indonesia desde el terremoto y el tsunami que, en 2018, ocasionaron la muerte de más de cuatro mil 300 personas en la isla de Célebes.
/msm





