“Nuestro interés no es generar conflicto con ningún país del mundo y respetamos mucho a China y tenemos muy buenas relaciones con ellos”, aseveró la mandataria al responder a una pregunta sobre las preocupaciones del gigante asiático tras el visto bueno a las nuevas tarifas.
Reiteró que la reforma a diversas fracciones de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación se relaciona con el robustecimiento de la economía de esta nación norteamericana.
“No está dirigido a China. Eso es muy importante. Es a los países con los que no tenemos tratado comercial; porque si no, parece que es un asunto en donde México le está poniendo restricciones al comercio”, aclaró la jefa del Ejecutivo durante su habitual conferencia de prensa.
La dignataria recordó que el Plan México, impulsado por el gobierno federal, definió la estrategia de producir más en este país, y aludió a varias reuniones sostenidas con empresas locales e internacionales luego de una primera propuesta de la iniciativa.
“Nos dijeron que si se ponían tantos aranceles, pues iba a afectar al precio de los productos en nuestro país. Entonces, se fue disminuyendo de manera muy importante”, explicó Sheinbaum, al mencionar igualmente la comunicación establecida con naciones como China y Corea del Sur.
Señaló que los cambios entre la propuesta original y la avalada finalmente buscaron el cumplimiento del Plan México, pero sin generar un problema a la economía, y reiteró la disposición a seguir trabajando con los gobiernos de esos países.
La medida, que modifica más de mil fracciones arancelarias de industrias como la textil, automotriz, plástico, siderúrgica, electrodomésticos, aluminio, calzado, papel, mueble, vidrio y juguetes, se enfoca también en otras naciones como India, Tailandia e Indonesia.
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