La alarma saltó con el hallazgo de daños en una torre de telecomunicaciones cercana, perteneciente a la compañía NTT, que corre el riesgo de derrumbarse.
Una inspección de la estructura, de 70 metros de alto, reveló que uno de sus pilares quedó afectado y varios remaches se soltaron durante el temblor.
Ante la posibilidad de un colapso, se decidió desalojar este jueves a los residentes de la zona y cerrar tramos de la Ruta Nacional 45, una carretera que recorre la costa noreste del país.
En la escala sísmica japonesa, que mide el grado de destrucción potencial, el terremoto del lunes alcanzó el nivel 6 superior y al menos 33 personas resultaron heridas.
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