Durante el acto central por el Día de la Reconciliación en el Museo Ncome de KwaZulu-Natal, el mandatario subrayó como los cimientos democráticos del país se construyeron optando por la sanación frente a la venganza.

«Regresamos a Ncome no para reabrir heridas, sino para reafirmar nuestra promesa de que Sudáfrica nunca más se dividirá por el odio o la exclusión», declaró Ramaphosa ante autoridades y comunidades congregadas en el sitio histórico, escenario de la batalla de 1838, en ceremonia que se efectuó bajo el lema «Reafirmando la Reconciliación para las Futuras Generaciones».

En la ocasión, el Presidente recordó que, pese a siglos de opresión y eventos traumáticos como las masacres de Sharpeville y Boipatong, la nación eligió el camino de la reconciliación. Al respecto, citó a Nelson Mandela, enfatizando la necesidad de vivir respetando la libertad del otro.

Ramaphosa advirtió, sin embargo, que ese proceso sigue inconcluso. «Mientras la mayoría de la población negra viva en pobreza y persista la desigualdad, no habrá reconciliación verdadera».

En ese punto, señaló que el crecimiento económico inclusivo, la creación de empleo y la lucha contra la corrupción son pilares fundamentales para la unidad nacional.

Asimismo, Ramaphosa condenó enérgicamente la violencia de género, haciendo un llamado directo a los hombres: «Los hombres verdaderos no abusan de mujeres y niños; los protegen». Instó a encauzar el «espíritu guerrero» hacia la defensa de los más vulnerables.

En un mensaje el presidente alertó también sobre narrativas falsas que intentan retratar a Sudáfrica como una sociedad irremediablemente dividida.

En ese tema, desmintió estas versiones, citando ejemplos de convivencia: niños de todas las razas estudiando juntos, jóvenes compartiendo lenguas y tradiciones, y exitosos procesos de restitución de tierras.

«Hay quienes ignoran las muestras cotidianas de cohesión social. No muestran a jóvenes afrikáners bailando amapiano o hablando isiZulu con fluidez. Su objetivo es sembrar miedo», afirmó.

El mandatario sudafricano concluyó haciendo un llamado a utilizar la actual temporada festiva para sanar relaciones familiares y comunitarias, recordando que «familias sanas son el cimiento de una nación sana».

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