La provincia, que alberga más del 20 por ciento de las playas cubanas, evidencia una recuperación sostenida de visitantes foráneos, destacándose la notable presencia de viajeros rusos y la expectativa por nuevos flujos.
La infraestructura se prepara en conjunto con el Aeropuerto Internacional Ignacio Agramonte, que desde diciembre retomará operaciones comerciales directas, crucial para que los turistas pisen directamente el territorio.
La formación especializada es pilar: la Escuela Formatur gradúa anualmente unos 125 profesionales en cocina, recepción y gastronomía, con un 62 por ciento de docentes máster y sedes en los polos playeros.
La estrategia incluye un fuerte dominio de idiomas y un diplomado en Administración para jóvenes, asegurando los estándares de servicio que demanda el turismo internacional.
En inversiones, la cadena Cubanacán opera cinco hoteles con marcas foráneas como Resonant y Sanctuary, tras inversiones superiores a los 300 millones de pesos desde 2024.
Se destaca la reapertura del Hotel Costa Blanca en Santa Lucía y la reactivación del 35 por ciento de la planta hotelera Tararaco, consolidando este polo de sol y playa.
La promoción se dinamiza con campañas como «Motivos Cubanacán», para promover la cultura local, y se captan grupos de Canadá, Argentina y otras regiones.
La provincia amplía su oferta más allá del sol y playa, integrando el turismo de ciudad -con su Centro Histórico Patrimonio de la Humanidad-, el rural y de eventos.
Proyectos de ciencia e innovación, como el producto de turismo sostenible «Cliente Azul» y la transición a matrices energéticas renovables, marcan la pauta.
La delegación territorial del Turismo trabaja con la Universidad de Camagüey para explotar las potencialidades, identificando fincas para nuevos diseños de productos.
Con esta estrategia integral, Camagüey consolida su perfil como destino diverso, preparado para una temporada alta que prioriza la calidad y la inserción internacional.
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