En un comunicado, la cartera precisó que equipos especializados de los Ministerios de Cultura e Interior trabajaron de forma conjunta y sostenida para reunir pruebas y rastrear a los implicados en la sustracción de piezas arqueológicas de la Sala de Antigüedades Clásicas del museo. Las investigaciones culminaron con la captura del cabecilla de la red, quien confesó el delito y aportó información clave sobre sus cómplices.

La nota detalló que la pesquisa se apoyó en capacidades tecnológicas nacionales, lo que permitió reactivar el sistema interno de vigilancia del museo, que los ladrones creían fuera de servicio, así como recuperar grabaciones de video del momento del robo y poner en funcionamiento un sistema de cámaras que supervisa todo el recinto.
El Ministerio explicó que la operación, realizada en estrecha coordinación con el Ministerio del Interior, requirió un alto grado de discreción y un manejo minucioso para atraer y detener a los sospechosos, y elogió el desempeño de las fuerzas de seguridad y de los equipos participantes.
Asimismo, vinculó el incidente con lo que describió como campañas de “distorsión y sabotaje” dirigidas contra Siria, con el objetivo de desestabilizar el país y obstaculizar los procesos de reconstrucción. Subrayó que la protección de la cultura y el patrimonio nacionales constituye una responsabilidad mayor y una cuestión de seguridad nacional.

La cartera anunció que dará a conocer las próximas etapas de la investigación, en coordinación con las autoridades competentes, en apego al principio de transparencia.
Por su parte, la Dirección General de Antigüedades y Museos destacó los esfuerzos conjuntos de los Ministerios de Cultura e Interior para esclarecer el robo y reiteró su compromiso de cooperación permanente para la protección del patrimonio sirio.
El organismo agradeció las gestiones que permitieron el rápido esclarecimiento del hecho y la detención de los responsables, y reafirmó su disposición a colaborar con las autoridades judiciales y de seguridad para continuar las investigaciones, recuperar los objetos sustraídos y aplicar las sanciones máximas previstas por la ley.
También anunció el refuerzo de las medidas de seguridad en museos y sitios arqueológicos, así como el desarrollo de mecanismos de documentación, conservación y mantenimiento.
El 11 de noviembre, las autoridades de seguridad anunciaron la apertura de una investigación tras el robo de seis estatuas raras de la época romana del Museo Nacional de Damasco, suceso que motivó el cierre temporal de la institución. Un día antes, funcionarios del museo detectaron la fractura de la puerta de la sección de Antigüedades Clásicas y confirmaron la sustracción de seis estatuas de mármol.
Ante el hecho, el Ministerio de Cultura ordenó la evacuación total de las salas y galerías para facilitar el trabajo de los equipos especializados y evitar cualquier manipulación de las instalaciones.
El ministro Mohammed Yassin al-Saleh dispuso además la creación de un comité técnico encargado de evaluar el estado del museo y realizar un inventario exhaustivo de sus fondos, como paso previo a informes detallados sobre las piezas desaparecidas y posibles pérdidas por negligencia, robo o vandalismo.
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