El informe precisa que la exdignataria de 72 años continúa el cuadro de íleo postoperatorio, común en estas operaciones de abdomen, se mantiene con drenaje peritoneal y deberá continuar hospitalizada en el Sanatorio Otamendi donde fue internada el sábado de urgencia.
La directora de ese centro asistencial, Marina Lanfranconi, quien firma el parte señala que la paciente se encuentra bajo estricta dieta líquida sin poder progresar a sólidos. Y afirma que deberá permanecer hospitalizada hasta tanto se mantenga el proceso íleo.
Cristina Fernández fue internada el sábado tras sentir intensos dolores abdominales durante el viernes. El traslado al sanatorio se produjo luego de una evaluación médica realizada en su domicilio de la calle San José 1111, donde cumple una sentencia de seis años de prisión domiciliaria.
Tras los exámenes pertinentes fue sometida a una intervención quirúrgica de urgencia.
Mientras en las afueras del hospital decenas de simpatizantes continúan la vigilia que iniciaron el sábado cuando la exdignataria fue internada con dolor abdominal. El Partido Justicialista del cual sigue siendo su presidenta compartió fotos de los militantes en su acompañamiento.
“Nunca caminarás sola”, afirma una enorme pancarta que los militantes colocaron en una verja de hierro en la acera opuesta a la entrada del sanatorio.
Su hijo, el diputado nacional Máximo Kirchner, agradeció el respaldo que le están dando a Cristina, de 72 años. Ella está en una habitación individual donde ha recibido visitas, particularmente de sus familiares y colaboradores inmediatos.
Esta es la cuarta ocasión en que Cristina Fernández es sometida a una operación; la primera fue en 2012 para extirparle un tumor en la glándula tiroide; la segunda, en 2013 para extraerle un derrame cerebral que le provocó un golpe en la cabeza debido a un caída, y después para una histerectomía, que implica la resección quirúrgica del útero.
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