Un estudio divulgado en el sitio digital de la publicación especializada Borsa & Finanza resalta el grave problema económico que representa la disminución de la fuerza laboral en esta nación europea donde en el año 2050, uno de cada tres residentes tendrá más de 65 años y la edad media aumentará de los 46,6 actuales hasta 51 años.

Por otra parte, dentro de 25 años habrá unos cuatro millones de habitantes menos en esta nación europea, donde actualmente residen alrededor de 59 millones de personas, con una población cada vez más envejecida, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (Istat), resalta en este reporte el analista Alessandro Zoppo.

El reporte, basado en un reciente informe del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) acerca de la Transición 2025-26, destaca que en Italia, el aumento de las tasas de supervivencia, las bajas tasas de natalidad y las transformaciones familiares, con 41,1 de futuras familias unipersonales, provocarán escasez de mano de obra.

Se enfrentará una demanda laboral insatisfecha, que los flujos migratorios, vinculados a dinámicas económicas y geopolíticas, no podrán compensar, alertan los expertos.

El documento del BERD identifica tres factores que impulsan el descenso de la natalidad en este país, entre ellos la disminución de los salarios, los cambios en las normas sociales y el efecto de la maternidad en la brecha salarial de género.

Refiere además tres herramientas para contrarrestar la crisis demográfica, incluidas la prolongación de la permanencia en el mercado laboral, el apoyo a la migración, a las generaciones más jóvenes, así como la estimulación del empleo femenino y la innovación.

“En economías en rápido envejecimiento como la italiana, la inclusión social y laboral de los extranjeros y sus familias, así como el uso de la Inteligencia Artificial (IA), serán factores cruciales para mejorar la productividad”, aseveran los especialistas.

Por otra parte, los avances en la IA generativa y la automatización están transformando la demanda de habilidades.

En las conclusiones de este informe se expresa la necesidad de que los empleos se orienten gradualmente hacia ocupaciones más adaptadas a las personas mayores, que permitan una mayor flexibilidad y requieran menos esfuerzo físico, lo que ayudaría a los trabajadores mayores y a las mujeres a mantenerse económicamente activos durante más tiempo.

Entre las actividades con mayor participación en este cambio, proponen a la consultoría, la formación, la administración y los servicios personales.

Se insta en este análisis del BERD a que los gobiernos intervengan con prontitud e implementen reformas inclusivas para convertir la futura escasez de mano de obra en una oportunidad, pues de otra manera, habrá “serios problemas con la sostenibilidad del estado del bienestar”.

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