En un comunicado de la representación diplomática, se insta a las autoridades locales además a restaurar el Parque China–Panamá y el monumento en su ubicación original, en el mirador oeste del Puente de las Américas.
La legación del gigante asiático reiteró su “profunda consternación, fuerte indignación y firme oposición” a la demolición del Parque China–Panamá y del Monumento al 150 aniversario de la llegada de la etnia china a Panamá, ocurrida en la noche del 27 de diciembre por parte de la Alcaldía de Arraiján.
De acuerdo con el texto, la demolición se realizó sin previo aviso ni comunicación con las asociaciones chinas en Panamá, y pese a la oposición de representantes chino-panameños presentes en el lugar.
La embajada calificó la acción como forzosa y arbitraria, al señalar que afecta un espacio que simbolizaba la amistad entre ambos pueblos y conmemoraba la contribución histórica de la comunidad china al país.
El documento subraya que el parque y el monumento no pertenecen a un grupo específico ni a un gobierno local, sino que constituyen un patrimonio nacional panameño y un acervo espiritual compartido entre China y Panamá.
También se recuerda que la comunidad china ha formado parte del desarrollo del país desde hace más de un siglo, incluyendo su participación en la construcción del Ferrocarril Interoceánico.
La declaración señala que, desde 2024, las asociaciones chinas intentaron en reiteradas ocasiones comunicarse con la Alcaldía de Arraiján para discutir la preservación del parque, sin obtener respuesta.
Incluso se ofrecieron a financiar la renovación y mejora del espacio, propuesta a la que posteriormente se sumó la propia embajada, sin que ninguna de estas iniciativas fuera atendida.
La embajada indicó que la demolición ha generado preocupación en el Gobierno Central de Panamá y una reacción de rechazo en distintos sectores sociales, especialmente dentro de la comunidad chino-panameña.
En ese contexto, manifestó su respaldo a las observaciones y exigencias expresadas por el presidente José Raúl Mulino, así como por ministerios, gobiernos locales, partidos políticos y organizaciones sociales. T
La víspera , el mandatario calificó como una barbaridad e imperdonable la demolición del monumento y pidió que se iniciara de inmediato una investigación para esclarecer responsabilidades.
Además en un mensaje a la nación, el Gobierno rechazó el procedimiento utilizado en nocturnidad, sin diálogo, sin aviso y sin comunicación con los sectores involucrados u asegura que no hubo ninguna comunicación ni coordinación con la jefatura del Estado.
“ En consecuencia se ordena la inmediata restauración del monumento en su mismo lugar, coordinando acciones con la Comunidad China de Panamá y el Ministerio de Cultura”, precisa ese texto.
De su parte, la embajada exhortó a la comunidad china en Panamá a defender sus derechos e intereses de manera racional, conforme a las leyes y costumbres del país.
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