En la ceremonia, el diplomático conmemoró las contribuciones de la comunidad china a la gesta independentista de la isla.
Destacó que hace más de 170 años, numerosos inmigrantes chinos llegaron a Cuba y otros países latinoamericanos, participando en la Guerra de Independencia cubana y en la construcción del Ferrocarril Internacional Panamá-Pacífico, en muchos casos con el sacrificio de sus vidas.
Recordó que en el monumento habanero, erigido en 1931 y renovado en 2019, están inscritas las palabras del General Antonio Maceo: “Ningún chino cubano fue desertor, ningún chino cubano fue traidor”, lo que consideró “un alto reconocimiento histórico y un testimonio de la inquebrantable amistad entre China y Cuba”.
Hua Xin aprovechó la ocasión para expresar su “profunda indignación y firme oposición” ante la reciente remoción, por parte del gobierno municipal de Arraiján en Panamá, del monumento que conmemoraba los 150 años de la llegada de inmigrantes chinos a ese país.
“Un monumento puede ser retirado temporalmente, pero la historia jamás se borrará”, afirmó, al tiempo que subrayó que el pueblo chino contribuyó con “vida y sudor” al desarrollo de las naciones latinoamericanas, integrándose como fuerza activa en sus sociedades junto a otros grupos étnicos.
El embajador envió, además, un saludo festivo al pueblo cubano en vísperas del Año Nuevo y del aniversario 67 de la Revolución Cubana.
En el acto estuvieron presentes la presidenta del Grupo Parlamentario de Amistad con China, Caridad Diego, el titular de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional, Alberto Eduardo Nuñez, funcionarios del gobierno provincial de La Habana, así como representantes de chinos de Ultramar.
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