Antes de partir, el máximo líder de la iglesia católica sostuvo aquí un encuentro interreligioso, en el cual exhortó a los jóvenes a salir de sus zonas de confort, ser valientes y no tener miedo a equivocarse, ser críticos pero de una manera constructiva y saber aceptar las críticas.

Durante el diálogo en el colegio católico junior, el pontífice argentino de 87 años de edad recomendó usar las redes sociales para ayudarse, mas no convertirse en esclavos de ellas, porque quien se vuelve dependiente está perdido, acepta una relación perjudicial, argumentó.

Tal y como hizo en otros de sus destinos en estos 12 días de gira, el papa prefirió conversar, eludir discursos escritos, promover razonamientos, hacer un llamado contra el acoso escolar y abogar por el respeto, incluso religioso pues, a su criterio, existen varios caminos y lenguas para llegar a Dios.

Más temprano este viernes, el pontífice visitó una residencia para ancianos en Singapur.

Con la estancia en Singapur, el papa Francisco cerró su gira por Asia y Oceanía que lo condujo anteriormente por Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Timor Leste.

jha/msm